Greta Thunberg condena demanda de Shell vs Greenpeace

La conocida activista Greta Thunberg se une a las celebridades y organizaciones que han firmado una carta de Greenpeace dirigida a Shell, la empresa británica de hidrocarburos, exigiendo que detenga las actividades que ponen en peligro al planeta. La carta surge como respuesta a una demanda legal que Shell interpuso contra Greenpeace por las protestas realizadas en enero de 2023.

La demanda de Shell contra Greenpeace, según la carta, es considerada uno de los mayores ataques al derecho a protestar en la historia de la organización ambientalista. Artistas como Emma Thompson, Benedict Cumberbatch y Jim Carter, junto con organizaciones como Amnistía Internacional y Amigos de la Tierra, han expresado su apoyo firmando la carta de Greenpeace.

El escritor y chef Hugh Fearnley-Whittingstall ha calificado la demanda de "increíble", criticando a Shell por utilizar su vasta riqueza para acosar a los activistas climáticos que pacíficamente denuncian sus prácticas comerciales que contribuyen al cambio climático.

La carta de Greenpeace destaca la importancia del derecho a la libertad de expresión y reunión, protegido tanto por leyes nacionales como internacionales. Además, enfatiza que las protestas pacíficas tienen como objetivo exigir a Shell que detenga la exploración de petróleo y gas y utilice sus recursos para ayudar a las comunidades más vulnerables a enfrentar los efectos del cambio climático.

Sin embargo, Shell ha argumentado que las protestas podrían poner en peligro tanto a los manifestantes como a la tripulación del buque, y ha iniciado acciones legales para exigir compensación por los daños causados.

A pesar de la demanda de Shell contra Greenpeace, la organización señala que la empresa no ha mostrado un compromiso real con la responsabilidad social corporativa (RSE), ya que ha recortado inversiones en energías renovables y se ha comprometido a continuar explorando en busca de nuevos yacimientos de petróleo y gas.

En resumen, la demanda de Shell contra Greenpeace ha generado un debate sobre el derecho a protestar y la responsabilidad social corporativa. Mientras Greenpeace y sus partidarios critican a Shell por su falta de compromiso con el medio ambiente, la empresa defiende sus acciones en nombre de la seguridad y la protección de sus operaciones. La respuesta de Shell a las preocupaciones ambientales continuará siendo un tema importante en el futuro, ya que la presión pública y las protestas contra la explotación de combustibles fósiles continúan creciendo.